BRAVÍSIMOS HAMILTON Y SAINZ.

Gran Premio de España de Fórmula 1, 2.019.

Circuito de Barcelona-Cataluña. 89.000 espectadores.

Empezaré por la pobre asistencia. Estuve en el gran premio al que fuimos más de 140.000 locos por los coches. Y he presenciado varias carreras en Barcelona con el circuito a reventar. Puede parecer que rondar 90.000 espectadores es una gran afluencia de público, pero no lo es. Lo cierto, es que el Gran Premio de España cae cada año en su número de entradas vendidas. Y esto es por varios motivos:

El primero es que no tenemos un súper piloto en un súper coche. Carlos Sainz es muy bueno, pero a los españoles nos gustaría verle sentado en un Red Bull o un Mercedes. Viene sumando puntos con regularidad en tres equipos distintos y eso muestra su capacidad, pero tras el huracán Alonso nos gustaría ver a uno de los nuestros visitar el cajón de vez en cuando. Somos así.

Otro factor es la localización. Asistir a un Gran Premio cuesta una pasta gansa y si Barcelona te pilla lejos, como es el caso de gran parte de España, sale más barato ir, por ejemplo, al Gran Premio de Hungría o al de Spa. Os lo cuento por experiencia propia. Y sí, aquí meto también el clima político de la ciudad. Las carreras se viven desde los viernes y te gusta pasear por la ciudad de turno con los colores de tu país y la camiseta y/o gorra de tu piloto o equipo. Caminar por Barcelona con banderas de España decorando tu ropa, se ha convertido en un deporte de riesgo. En otros sitios puedes ir a un bar a tomar algo y entablar conversación con seguidores de Hamilton o Vettel; en un tono de deportividad ejemplar e imperando el buen rollo que se origina en las ciudades los fines de semana que hay carreras de coches y de motos.

El contrato con la Fórmula 1 y el Circuito de Barcelona termina este año y me temo que no se va a renovar. Los propietarios del Gran Circo tienen cola para carreras nuevas, el circuito da pérdidas y el precio y el clima social no animan a la administración pública catalana a la renovación al alza. Soy pesimista con nuestro Gran Premio.

Por último, y así aprovecho para entrar en carrera, está el propio trazado en sí. Las carreras de Fórmula 1 en este circuito se han convertido en un auténtico muermo. Su trazado está anticuado para los bólidos actuales. Es un circuito ratonero con una recta normalita. Solo hay adelantamientos con DRS al final de recta, y no son muchos. La emoción está en la salida y poco más. Este año ha sido igual. Bottas salía el primero y su compañero Hamilton el segundo. Vettel y Verstappen en la segunda línea.

Se apaga el semáforo y Bottas sale regular y Hamilton como un disparo. Bottas ocupa el carril central de la recta, bien hecho, dejando e Vettel el exterior y a Hamilton el interior. Los tres llegan en paralelo a la primera curva a derechas. Max Verstappen tras ellos como gran espectador. Solo caben dos y es Vettel, que va por el exterior, el que tiene que ceder. Pasan Hamilton primero, Bottas segundo y Max Verstappen tercero. Y ya está. Así llegaron a meta tras 66 vueltas. A esto me refiero. Si la carrera no tiene condicionantes externos, como el mal tiempo o accidentes inesperados, pierde todo el interés. Lo único interesante vino por detrás y os lo resumo ahora mientras sacamos conclusiones. Vamos.

Hamilton (derecha), Bottas (centro) y Vettel (izquierda) llegando a la primera curva.

Carlos Sainz hizo una gran carrera. Partía el decimosegundo y llegó el octavo. Ganó dos puestos en la salida, aguantó los envites de Ricciardo y adelantó varias veces en carreras. Lo curioso del caso es que reportó por radio al principio del gran premio que no tenía ritmo. Quizás no se encontrara cómodo con su bólido pero aguantó como un jabato y se marcó un carrerón. De 10. McLaren va por buena línea.

Los pilotos de Haas siguen con las mismas tonterías del año pasado. Rodando séptimo Magnussen y octavo Grosjean, se ponen a luchar como novatos y se tocan. Esto le costó al francés irse al décimo puesto, pero pudo ser peor y quedarse los dos fuera. No aprenden ni ellos ni sus directores. Menos mal porque así, al menos, combatía la somnolencia.

Stroll es un petardo. Ya no es un novato y sigue haciendo cosas de primerizo. Tuvo un toque con Norris que pudo evitar. Cierto que el compañero de Sainz arriesgó mucho, pero Stroll debió considerar que tenía a un piloto novel detrás. Con no cerrarse tanto hubiera evitado el desastre. Además, Racing Point estuvo mal todo el fin de semana. La evolución que han traído a Barcelona no ha sido acertada y han dado un paso atrás.

Accidente entre Stroll y Norris.

Max Verstappen es un genio. Este piloto está tocado con la varita. Llegó tercero con un Red Bull Honda con no es ni de lejos el tercer coche del campeonato. Max me recuerda mucho a Fernando Alonso. Pone su bólido por delante de las prestaciones reales del mismo. El motor Honda no está ma,l pero ni mucho menos es el segundo de la parrilla. Súper Max se coloca tercero del campeonato demostrando una gran regularidad. Si Red Bull no montara Honda…

Mal Ferrari. Ni Vettel ni Leclerc pudieron con Verstappen. Se suponía que traían a Barcelona un gran paquete de mejoras y les ganó un Red Bull y Mercedes les metió una paliza en clasificación y en carrera.

Quinto doblete consecutivo de Mercedes. Record histórico de la Fórmula 1. Cinco carreras, cinco victorias y cinco segundos puestos. Escandaloso. Tres primeros para Hamilton y dos para Bottas. Cada vez que Ferrari o Red Bull anuncian mejoras, los de la estrella les meten más tiempo de diferencia con las suyas. ¡Qué equipazo! De nuevo, se jugarán el campeonato los dos pilotos de Mercedes. Toto Wolf tiene que estar muy orgulloso de dirigir al que es, para mí, el mejor equipo de la historia de Fórmula 1.

Resumiendo. Ni el coche de seguridad puso emoción. Paliza de Mercedes. Gran Carrera de Verstappen y Carlos Sainz.

Quizás no haya Gran Premio de España el año que viene, pero no pinta nada bien.

Próxima estación: Mónaco en dos semanas.

Así quedó la carrera:

Gran Premio de España 2.019.
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