
Gran Premio de Bahrain de Fórmula 1.
En la noche pérsica ha nacido una estrella y se está apagando otra. Ambas en Ferrari. Leclerc ha confirmado todas las cosas buenas que apuntaba en Alfa Romeo y Vettel sigue confirmando que sus mundiales de Red Bull se deben al súper bólido que se encontró allí. Eso sí, ganó el de siempre, Lewis Hamilton. El inglés saca petróleo cuando no le toca y por eso, y porque es muy bueno, gana mundial tras mundial.
La primera línea de salida la copaba Ferrari, pero con Leclerc primero con una diferencia de casi tres décimas con Vettel. Detrás de los bólidos rojos las flechas de plata alemanas. Se apaga el semáforo y Vettel sale muy bien. Llega a la primera curva primero, Bottas segundo, Leclerc Tercero y Hamilton cuarto. Por detrás llegan en paralelo Magnussen, Verstappen y Carlos Sainz. Gana el duelo el holandés.

Vettel rodaba con aire limpio como a él le gusta. Leclerc apretaba a Bottas y Sainz a Max.
Vuelta 4. Carlos va muy pegado a Verstappen. Zona 2 de DRS, llegan igualados a la curva, ninguno cede, se tocan y Carlos sale mál parado. ¡Qué mala suerte! Pero el McLaren corre. Es un buen coche. Carlos tendrá buenas oportunidades este año. Debe imperar el optimismo. Este lance también no enseña que el motor Honda sigue siendo una castaña. En Red Bull sabrán porque decidieron montarlos en sus coches. A lo mejor es que los japoneses se venden muy bien.
Una vuelta despúes, en la 5, Leclerc ya habíe adelantado a Bottas y apretaba muchísimo a Vettel. En cuanto pudo le metío el morro, le pasó y se marchó. Ver para creer. El niño recuperaba su plaza de salida a costa del jefe de filas demostrando que era mucho más rápido que su compañero. Leclerc es muy bueno y Ferrari debe desde ahora mismo montar el equipo para él.
Vuela 10 de las 57 del gran premio y los dos Renault transitan sexto y séptimo. Mal en clasificación pero muy bien en carrera. Empieza el baile de cambio de neumáticos.
Verstappen intenta pasar en boxes a Bottas entrando el primero. Lo consigue pero daba igual. Su coche no anda y al rato Bottas le pasa en pista.
Hamilton entra antes que Vettel y pone blandos. Ferrari aguanta unas vueltas en pista al alemán esperando que el desgaste de ruedas blandas de Hamilton le beneficie. Ambos equipos acertaron. Lucharon en pista y Hamilton, consciente de su desventaja, no opuso mucha resistencia. Luego sería otra cosa. Transcurría la vuelta 22.
Desde esa vuelta a la 35 todo estuvo tranquilo por delante. En la zona media se sucedían las batallas por todas partes. Está todo muy igualado y las carreras están muy entretenidas. Norris, Kimi, Hulkebenrg y Ricciardo luchaban por los puntos.
Vuelta 35 y empieza lo bueno. Hamilton pone ruedas medias. En la 36 lo hace Vettel. En el siguiente giro Lewis caza a Seb, abre DRS, llegan igualados a la curva 3, Vettel aguanta y Hamilton cede. Vuelta siguiente, de nuevo llegan juntos pero Hamilton no levanta el pie. Lewis por fuera y Seb por dentro. El inglés con ventaja. Seb acelera antes de tiempo y trompea. Para no perder tiempo clava los frenos de su Ferrari realizando un plano tremendo a sus cuatro neumáticos. Hamilton volvía a ganar y Vettel a perder otra batalla entre ambos. Seb no puede con la presión. Además, su compañero Leclerc le estaba dando un paliza.

Debido a los planos de las ruedas, el Ferrari de Sebastian vibra más que un perro chico muerto de frío y pierde de manera espectacular el alerón delantero. Muy pobre la actuación del alemán.

Vuelta 46 de las 57. Leclerc comunica por radio que ha perdido potencia. Hamilton le perseguía a 8 segundos. En la siguiente vuelta le recorta 4. Leclerc se ha quedado sin el motor eléctrico perdiendo 160 caballos. Hamilton le atrapa y le pasa muy fácil. Bottas huele la sangre y aprieta, va reduciendo la ventaja. Leclerc hace lo que puede. Busca rebufos de los pilotos que se desdoblan. Dramático. Bottas llega a 3 vueltas del final y adelanta. Verstappen estaba a 6 segundos de Charles pero a dos vueltas del final los dos Renault de Hulkenberg y Ricciardo rompen a la vez. Coche de seguridad para terminar la carrera. Charles Leclerc consigue su primer podio y posiblemente el más triste que vaya a lograr en su vida. Pero ha nacido una estrella, un futuro y próximo campeón si en Ferrari son listos y trabajan para él.
Ganó el de siempre en un circuito no apto para Mercedes. Pero para ganar estas carreras hay que ir segundo y Hamilton cuando no gana puntúa en la parte alta. El mundial está precioso.
Próxima estación: China.
Así quedó el Gran Premio:
